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San Bernardino, Cordillera, Paraguay
DE - Ich bin Übersetzer in modernen Sprachen (Deutsch, Englisch und Spanisch) ES - Soy traductor en idiomas modernos (alemán, inglés y español) UK - I am a translator in modern languages (english, german and spanish) TRADUCTOR PÚBLICO N° 1.078 - KONTAKT/CONTACTO: carlphilipsommerlad@gmail.com / csommerlad@hotmail.com

Donnerstag, 3. Dezember 2015

La casa que enloquece

Todas las naciones tenemos y padecemos de una; al proceso le solemos llamar ‘burocracia’, y es conocido como una sucesión de papeleos, procesos legales y trámites aparentemente necesarios, para cuestiones de legalización, inscripción, procesamiento, etc…, y TODOS la hemos conocido a la hora de esperar en colas, filas y salas de espera (hasta que barbas crecieron, estaciones pasaron e incluso bebés nacieron), o a la hora de pagar cantidades de nominaciones relativamente pequeñas, TODAS para un único proceso (usualmente repartido entre diversas instituciones en las que hay que retirar una firma, un sello o un formulario para conseguir otra firma, sello o formulario, y así sucesivamente)


Muchos habremos oído o visto lugares que se parecen de una manera directa o indirecta a una de las pruebas dadas por el Cesar a los invencibles galos, particularmente por la similitud que hay en ocasiones. En la dicha prueba los dos galos deben simplemente conseguir un formulario de permiso (A38) para proceder a la próxima prueba, y se describen bastante gráfica y graciosamente sus esfuerzos para conseguir el documento, terminando en casi enloquecer a los protagonistas tan invencibles. He aquí el vídeo corto de la escena descrita: “La casa que enloquece”. Desafortunadamente, la solución a la odisea que padecen no parece ser muy aplicable en nuestros casos, aunque, aun no he oído de alguien que logró evitarse aquellos procedimientos ‘burrocráticos” con inventarse un otro formulario, pero ya se vieron casos en los que se inventaron leyes, ordenanzas, titulaciones y cualquier cosa que siempre parece complicar el asunto o favorece directamente a las oficinas mismas (en vez de beneficiar al interés público) Es por ello, que unos trámites en nuestra Corte Suprema de Justicia en Asunción y la observación de la misma institución física a lo largo de unos años, me han hecho llegar a dejar desbordar mi frustración sobre el lugar; todo con tanto solo mostrar los hechos reales. 
   
“Burocracia es la expresión máxima en nuestra sociedad, con la que supuestamente aplicamos métodos especiales para aprender o racionalizar la realidad exterior, generalmente en la administración pública para procesar ciertos procesos con las instituciones diversas, es decir: es una supuesta simplificación de procesos administrativos entre individuos/grupos y las instituciones creadas para tales efectos. En un sentido peyorativo sobresalta su asociación con pereza, ineficiencia y maneras de despilfarrar recursos.”

Hay demasiadas clases y formas de burocracia, como los hay de justicia; algunas buenas y algunas malas; otras legales y otras no tan legales, y algunas apropiadas, mientras que otras muchas parecen ser no solo inapropiadas, sino casi criminales. Nuestra “Corte Suprema de Justicia”, osea, el órgano jurídico que debería asegurar el acceso del individuo y las personas a lo que es uno de sus derechos básicos, fundamentados en la Constitución, parece sufrir de exactamente el mismo fenómeno de burocracia ineficaz.


Particularmente, el acceso a la institución siempre pareció libre, y en general permaneció así, pero, en cuanto al acceso de información, transparencia gubernamental y administrativa, y organización interdepartamental, se puede decir sin rencores ni exageraciones, que la atención es virtualmente no existente, los derechos de grandes grupos de profesionales son socavados e ignorados durante años enteros, y, lo más importante: los mismos grupos de cientos de peritos y traductores que fueron advertidos a inscribirse y reinscribirse en una oficina no existente físicamente desde hace un exceso de dos años, so pena de perder su derecho básico al trabajo *(aún se pueden observar las últimas noticias al respecto en la página web de la Corte Suprema de Justicia - que datan desde finales del 2013), para ser ignorados y sus pagos aceptados, mientras han estado incumpliendo el deber de realizar por lo que fueron pagados en exceso de unos años y por cientos de ciudadanos. Mientras tanto, se publican en la página web las líneas gratuitas de acceso telefónico, que no han estado funcionando desde hace meses (por no decir que nunca funcionaron)


Los números de la Secretaria General NO son atendidos en menos de 20 minutos, y en días no son respondidos en absoluto, o fueron cambiados hace meses sin actualizar la información al público *(021-439.4300 / 021-481.403) En días y momentos de suerte, se puede contactar con la central telefónica en el 021-429.4000, que en realidad es la Secretaria General de la institución, y aparentemente ellos mismos son los que realizan las inscripciones de los peritos y traductores, y supuestamente las actualizaciones de las listas en-línea. El acceso físico a la institución también es en vano, pues se está renovando, mudando, construyendo, redecorando y retocando una oficina no existente desde mediados del 2013 (por cierto, aún no concretada ni a disposicion del publico) Pero bueno, lineas bajas pueden fallar, e instituciones pueden estar saturadas con cantidades copiosas de llamadas y servicios de atención a los que vienen físicamente; por ello, se tienen los contactos institucionales a través de las líneas preferenciales de “Infojusticia”, que supuestamente aseguran el derecho ciudadano a acceder la virtud denominada “justicia” en nuestra República: tanto el 0800.118.100, como el segundo 0800.119.100 NO funcionaron en exceso de 6 meses, y tampoco fueron actualizados, borrados, cambiados, o nada.


Claramente, las vacaciones institucionales son necesarias y un derecho de todo ciudadano y trabajador, pero, se puede esperar que una inscripción datada del 18 de Julio del 2013 se podría haber realizado en el tiempo de unos 28 meses: los molinillos de nuestra nación burocrática molen aparentemente muy bien, pero claramente no muy rápido (a la hora de advertir con cumplimientos reglamentarios/legales a otros y cobrar por servicios no realizados, parecen no ser tan lentos) Hasta las aseguraciones del buen servicio y de la confusión en respecto al tema expuesto por el Coordinador de la Oficina de Quejas y Denuncias del Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia (grandes títulos con poco efecto aparente) en Enero del 2015, no llegaron a hacerse realidad, pues ya estamos casi otra vez en el 2016, y hay que volver a jugar el juego de inscripciones y reinscripciones que no se realizan pero se cobran.


Finalmente, es una lastima que al tacto de publicar proyectos y poner en vida a estrategias y métodos para asegurar transparencia gubernamental y el acceso a derecho y justicia, aún se tenga que encontrar directamente con las incompetencias e injusticias que supuestamente queremos erradicar. Esto demuestra la poca profesionalidad y la incompetencia de un sistema que a diario aún demuestra que no está preparado para cumplir lo que promete, ni realiza lo que por Ley debería hacer. Con ello, deseamos unas felices fiestas, y deseamos a nuestros queridísimos burócratas un nuevo año de lentitud y acumulación de papeles innecesarios, para poder volver a ser ineficaces en el renovado 2016.